Pao De Senzi, 09.10.2013
El catamaqueño Diego Marioni está a punto de lanzar un disco/ libro que, por el trabajo y lo que implica, hará historia. Se llama Cosiquiando, un término que suele utilizarse en su región y que contiene veinte canciones de folklore compuestas especialmente para niños. Aunque el trabajo aún no está en la calle, ya se ha filtrado bastante información sobre los invitados, las canciones y otros detalles, que hacen que la espera se convierta en ansiedad por tener este trabajo en nuestras manos. Ya es tiempo de que salga a volar, así que Marioni presentará parte de Cosiquiando, el próximo viernes 11 de octubre en Cocina de Culturas (Av. Roca 491, Córdoba). Pero antes logramos sacarle información sobre el disco que le llevó casi dos años de realización.
Marioni reside en Córdoba desde hace más de diez años, y además de su trabajo artístico se desempeña como docente de música para chicos, en distintos establecimientos de la ciudad. Integró los Grupos Vocal Pirca y La Trama en su provincia y el Dúo La Chirlera, y tiene un disco solista, “Oración”. Tuvo a su cargo la delegación de la provincia de Catamarca en el festival nacional de Cosquin 2012.
Pero volvamos a Cosiquiando. Ya está listo Diego, mate en mano para contarnos sobre este disco, que, según dice él “Intenta acercar a los chicos a los géneros musicales a través de las letras. Porque todas las canciones mantienen las formas. Este disco nace con un objetivo pedagógico.”
¿Como sugió la idea de hacer este disco de folklore para chicos?
DM: -Para acercarle el folklore a los chicos y para acercar a los chicos al folklore. Yo trabajo desde que vivo acá en Córdoba enseñando, desde el bombo, la percusión, ensamble, la parte coral. Siempre me llamó la atención el poco acercamiento que tienen los chicos a nuestra música. Yo vengo de Catamarca, donde cualquier changuito o chinita sabe bailar, sabe tocar el bombo. Acá la realidad es que, los changos aprenden batería, porque quieren tocar rock. Entonces les preguntás si saben tocar el bombo, o si escucharon una chacarera, y la única manera de que se enganchen es cuando los tomás por “El Arriero” en la versión de Divididos. De ahí en adelante, comencé a explicarles sobre la zamba, que es de Yupanqui, que la batería se puede tocar de maneras distintas. Una vez estábamos con los chicos cantando la “Vidala del Culampajá”, de Manuel Acosta Villafañe y me preguntaron algo sobre la letra y la empecé a explicar y ahí me di cuenta de que se interesaban. Les conté que era el pujllay, el carnaval y ahí comenzamos a sumar ritmos del folklore que nunca antes habían escuchado. Así terminó de cuajar la idea de plasmar este disco y comenzar a componer. Esto fue en el verano del año pasado. Hay letras que son en compañía de Mariano Medina, otras junto a Mariano Clavijo y los demás son míos.
¿En cuanto a la temática que abordás en las letras?
DM: -Se me fue ocurriendo por distintos lados. Lo que encontré más fácil era ponerme en la piel de niño y escribir desde ahí. Son temáticas comunes a todas las épocas. El miedo a la oscuridad, las tareas, y otras cosas que tienen que ver con contextos actuales y que en un futuro van a ser los problemas de los niños de hoy. No tomadas desde el lado subversivo y de pelea, sino que están dichas como si fuera un niño el que las piensa y el que las dice. Antes de empezar a componer anduve por Andalgalá y El Algarrobo, y me contaban cosas de familias enfrentadas y yo pensaba en que dirán y pensarán los niños de esas familias, donde uno de los padres es minero y el otro está en contra de la minería. Y entonces esa letra habla de todas las cosas que conoce un niño y de la nada que significa el oro en la mirada de un niño. Algunas canciones apuntan a chicos de menor edad por las temáticas, como el tema adelanto que grabamos con Raly Barrionuevo, que habla de la luna y el sol, y luego está la “Milonga de la basura” que es para changos más grandes porque está escrita en décimas y aborda las cuestiones del reciclaje.
Son pocos los que abordan un cancionero para niños con temática de grandes, o mejor dicho, tratándolos como personas pensantes.
DM: -Hay todo un legado de María Elena Walsh que por más infantil que parecieran sus canciones no tenían nada de inocente e infantil. Esto es un mensaje claro para chicos que puedan comprender la estructura, el mensaje y disparar composiciones. Yo trabajo con los chicos en eso también. Una de las actividades que les hacemos hacer en campamentos es componer sobre una estructura. Les ponemos temáticas como los árboles, el cielo, la naturaleza, y a lo largo de estos años han salido hermosas canciones armadas entre todos, ellos ponen las estrofas y entre todos, la música. Lo que tienen las canciones de Cosiquiando es que intentan ser moldes o disparadores, no sólo respetan las formas sino las cuestiones típicas de cada género, para que el día de mañana los changos escuchen y las identifiquen. Igual todas tienen sus arreglos. Y los invitados aportan lo suyo.
Hay una gran cantidad de invitados en el disco.
DM: -La idea primero fue invitar a Juan Quintero y Luna Monti, les dije si querían venir a grabar el gato del norteño y ahí caí en la cuenta de que estaba acercándoles referentes a los chicos. En el grueso de los medios de comunicación, los referentes son otros, supuestos, así que dije le arrimemos referentes de las distintas regiones y que los locos escuchen en serio como suena cada género con el artista de esa región. Yo pude haber grabado este disco en Córdoba en dos semanas pero no iba a sonar como tenía pensado, porque no es lo mismo que un violero de acá toque una chamarrita, que lo haga un litoraleño.
Y en el disco, justamente Coqui Ortiz lo hace…
DM: -Cuando Coqui Ortiz me devolvió la chamarrita grabada con Lucas Monzón, comprendí esto que te digo. Cada artista tiene el yeite de su lugar de origen. De un tiempo a esta parte con esta homogenización de la música donde todo suena parecido, se están perdiendo muchas cosas, está bueno que los chicos escuchen esas diferencias, que sepan que en cuyo no se usa tradicionalmente percusión, y que las guitarras cuyanas se destacan por eso. Por eso la cueca la grabó Carlos García y las voces son del dúo Nuevo Cuyo.
¿Los chicos participan en algunos temas?
DM: -Si, hay un tema el que hicimos con mi sobrina, “Diablito del Carnaval”, ese lo grabamos con el Colegium y la vidala la grabamos con el Coro de Andalgalá. Fuimos hasta allí el sábado pasado con los changos del estudio Desdémona. Y la cantaron en su contexto. A los chicos les daba un poco de vergüenza ser parte de las cantidad de gente que participa en el disco y estaban muy nerviosos. Subimos al escenario y cantaban hacia adentro. Entonces les digo: ahora cuando contengan el aire cierren los ojos y acuérdense de esos cerros que están ahí afuera y que ustedes saben cantarles muy bien…. Y ahí soltaron todo. Con ellos también grabamos la “Chaya del cielo abierto”, con la Bruja Salguero, Chato Bazán y Luis Chazarreta que en el estribillo dice: “soy dueño ser/ soy dueño de andar/ yo quiero en mi tierra crecer y cantar/ soy dueño de ser/ soy dueño de amar/ el agua y mi tierra no deben tocar”, uno de los chicos dijo “ojalá así sea”. Nos morimos de emoción.
¿Qué otros artistas participan?
DM: -Raúl Carnota hace una milonga sureña, también están Julio Paz y Roberto Cantos de Coplanacu, Itatí Álvarez, Cololo Macedo, Romina López, Analía Garcetti, el Chango Spasiuk, Rubén Patagonia, Teresa Parodi, Juan Falú, la Orquesta Típica de Almagro, y Gustavo Visentín que grabaron el tango.
¿También hay tangos?
DM: -Nosotros decimos que esto también es música popular argentina. Hay música ciudadana también y quiero decir además que todos se han sumado al proyecto y han aportado su arte sin ningún interés. Este disco es parte del contexto que estamos viviendo y también es parte del contexto que están viviendo los niños, hoy ellos toman una pc, un celular y te lo dan vuelta. Por ejemplo, la vidala “Animaladas”, es una vidala con mote. Éste se va repitiendo a medida que pasan las estrofas, y va mezclando coplitas de animales, con otras tecnológicas: “por las calles va un caballo/ sol crepuscular/ corre fuerte como un rayo/ donde habré dejado el celular/ en mi casa canta un gallo/ yo no se qué haré/ en la calle no lo hallo ayúdame santa internet”. Es un contraste de cosas que los chicos viven hoy día por supuesto tirándole una onda para que se enganchen pero no haciendo apología. Y está también en la cueca norteña que habla de los distintos juegos que tenemos, la payana, la rayuela, las bolillas. El estribillo dice “juegos aquí, juegos allá, tantos juegos para volar/ apaga un rato la play/ y un amigo andá a buscar/ que los días se pasan pronto si no salís a jugar”.
El disco es un buen punto de partida para que los chicos vayan sumando conocimiento sobre nuestra música pero también nuestras costumbres…que los chicos vayan enganchándose con otras cosas
DM: -El disco está lleno de información didáctica, la idea es naturalizarles el acercamiento a estas músicas que de otra forma no se haría, entonces intenta mostrarles que el folklore es una música que está viva y hace muchos años que salió del alambrado. Quiebra con viejos vestidos y atuendos, ojalá se enganchen los chicos, vayan a un show y les guste, y hacerlos parte es una forma también de naturalizar esto aplicando cosas que en mi han sido naturales. También me he preocupado porque haya un equilibrio en cuanto a género, casi la mitad de los temas hablan de mujeres, esta cuestión también de la igualdad. La idea es poner las pistas en descarga libre sin las voces para que los chicos canten
El disco además viene con un libro que cuenta una historia.
DM: -Si, es la historia de Anita, que soñando con una bolsa de saco de cogote de guanaco que encuentra en el desierto, descubre allí un montón de canciones y encuentra una carta del abuelo que le dice que salga por el país a dejar esas canciones a los chicos, porque ellos tienen las melodías pero han perdido las letras. De ahí se va desprendiendo un cuento para cada región, algunos los escribí con Mariano Medina, muchos son sólo míos y otros sólo de él. El libro contiene ilustraciones del artista Esteban Loeschbor, y además, en el cd hay un track interactivo con tres cuentos narrados por Luis Pescetti y otros tres por Coqui Dutto.
Fuente: Boletín Folklore
http://www.boletinfolklore.com.ar/entrevistas/2013/diego%20marioni%20por%20cosiquiando.html
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